¿Estamos disfrazando la estupidez cómo si fuera una verdad?

Lo absurdo siempre es lo que más cautiva, lo que no debe ser dentro de lo improbable, que en muchas ocasiones resulta incierto. Es interesante saber que la estupidez es bella cuando acompaña al absurdo. Sin embargo, tal vez sea yo el estúpido al buscarle una explicación, tal vez lógica, a lo absurdo. Pero entonces me pregunto: ¿qué precisamente convierte a algo en absurdo? ¿Por qué? ¿Dónde están aquellos límites y contornos que delimitan lo teóricamente racional de lo teóricamente absurdo?

Es más, podríamos incluso preguntarnos si ambas definiciones son correctas dentro de nuestro limitado conocimiento y nuestra capacidad de raciocinio, que parece ser simplemente una gran estupidez disfrazada de inteligencia y lógica. Al fin y al cabo, escribo esto mientras quizá esté muerto en vida o vivo estando muerto, y no soy consciente de quién soy. ¿Dónde está aquello que busco? ¿Dónde está aquello que llevo eternamente persiguiendo?

¿Tiene sentido todo esto? ¿Por qué simplemente no me rindo y sucumbo ante la locura? ¿Por qué? ¿Por qué? ¿Por qué? Maldita sea, ¿por qué voy tras una respuesta que parece que nunca va a llegar?

Muchas personas me dicen que me descubra a mí mismo, pero ¿cómo carajo puede descubrirse uno a sí mismo cuando, de hecho, uno es un misterio en sí mismo? Así que, ¿realmente nos descubrimos a nosotros mismos? Esa maldita frase, ¿realmente tiene sentido? Piénsalo.

Porque, en la mayoría de las ocasiones —y seamos honestos con lo que voy a decir—, la vida sabe a mierda: tanto dolor, tanta decepción, tanta frustración. Entender que el simple hecho de existir sin tener respuestas es una maldita tortura. Así que, ¿para qué, maldita sea, todo esto?

Mientras escribo esto, miro las estrellas y contemplo mis pensamientos, sintiéndome todo un maldito desgraciado atrapado en un infinito que no logro entender, el cual, también de hecho, me consume cada día que pasa de manera descarada. Este maldito desgraciado acaba conmigo lento y agónicamente, y aun así soy tan pendejo que continúo luchando y buscando respuestas de lo que va más allá.

¿Realmente vale la pena escapar de aquello que nosotros entendemos como “Matrix”? ¿Estamos hechos para ello? Realmente, después de todo, sigo aquí cuestionando lo absurdo. Porque tengo todo y, a la vez, no tengo nada.

Alguien, entonces, dígame, excluyendo toda creencia: ¿todo esto que conocemos como vida y existencia tiene algún sentido más allá de lo incierto?